Fundación Botánica y Zoológica de Barranquilla: conexión continua con la vida
En la siempre alegre Barranquilla, llena de música, fiesta y asfalto, se erige un lugar místico donde los seres humanos están destinados a conectarse con la naturaleza, observar comportamientos y desarrollar empatía con los animales. Es un sitio en el que las personas no solamente van en busca de conocimiento o procesos de aprendizaje, sino donde también se crea conciencia ecológica.
El Zoológico de Barranquilla es de los primeros zoológicos que tuvo Colombia. Con 63 años de existencia y 22 años con la administración de la Fundación Botánica y Zoológica, se ha consolidado como el único zoológico del Caribe, aparte de que goza de una trayectoria importante en materia de liderazgo de procesos de educación ambiental, conservación de la biodiversidad y manejo de la fauna silvestre.
Su misión es lograr que el visitante se reconecte con la naturaleza, reflexione sobre ella y se comprometa con acciones favorables para el cuidado del medio ambiente. Para muchas personas el zoológico es el primer contacto, la primera conexión que se tiene con la fauna, lo que demanda un gran compromiso social por el cual trabajan a diario en la Fundación, con el fin de ofrecer una experiencia inolvidable a todo este público, por lo cual vienen consolidando un grupo de investigación que integra las tres áreas fundamentales del zoológico: educación, veterinaria y biología.
Desde estos espacios se organizan proyectos encaminados a conocer mucho más del comportamiento de los animales, mejorar sus condiciones de bienestar y su salud, y en términos de educación, desarrollan iniciativas innovadoras y estudios de público para conocer un poco más a sus visitantes.
En este museo de colecciones vivas no hay restauradores ni curadores de arte, pero sí se pueden encontrar biólogos, veterinarios y zootecnistas. Cuentan con tres departamentos pilares: Veterinaria, Biología y Conservación, y Educación.
El Departamento de Veterinaria se encarga de velar por la salud y la nutrición de todos sus huéspedes. Cuenta con veterinarios y zootecnistas, así como con un equipo encargado de diseñar la dieta de cada animal. Fuera de ello, un biólogo monitorea periódicamente los procesos comportamentales de las especies y sus condiciones en materia de salud.
Por su parte, el Departamento de Biología y Conservación es el responsable de garantizar que los hábitats de los animales estén en perfectas condiciones, al igual que de hacer seguimiento diario y permanente a los ejemplares. Cada animal tiene un cuidador, quien está encargado de garantizar el alimento en los horarios en los que cada uno debe comer. Está pendiente, además, de sus comportamientos y de que el hábitat le proporcione bienestar al animal.
Aquí también se llevan a cabo procesos de conservación in situ. En el plan de conservación hay especies que se consideran vitales, motivo por el cual se buscan proyectos y alianzas con otras entidades, como Parques Nacionales, Isla Salamanca y la Fundación Prosierra, para el desarrollo de estrategias de conservación.
La entidad trabaja de manera mancomunada con la Asociación Colombiana de Parques Zoológicos y Acuarios (Acopazoa) a favor de la conservación de la biodiversidad, cumpliendo los estándares y protocolos necesarios y entendiendo el compromiso que tienen para la conservación de la biodiversidad, en una época donde se ha generado la reflexión sobre el papel de los zoológicos en el mundo contemporáneo.
A su vez, el Departamento de Educación, creado hace quince años, cuenta con tres áreas: el área de Coordinación de Experiencias de Aprendizaje, en la que se construyen portafolios educativos para atender distintos tipos de público; el área de Coordinación de Investigación e Innovación Educativa, la cual evalúa todas las actividades y realiza investigaciones que promuevan la innovación en términos de metodologías pedagógicas para los visitantes, y finalmente está el área de Diseño de Recursos Educativos, encargada de diseñar materiales, señalización, dispositivos y todo lo necesario para garantizarle al visitante una experiencia inspiradora.
Dentro de su componente educativo, se han desarrollado convenios con varias universidades locales y nacionales. Allí se brinda la posibilidad a estudiantes de últimos semestres de fortalecer sus competencias profesionales, vinculándolos a proyectos de apropiación social del conocimiento y educación ambiental.
La curaduría de este museo está en manos de una bióloga, quien es la coordinadora de colecciones. Ella cuenta con un plan de colecciones integrado por 120 especies, alrededor de 400 ejemplares y el 85 % de su registro son animales nativos que gestiona desde un software especializado, donde cada animal tiene su registro detallado, una especie de hoja de vida en la que se guardan datos como tiempo de permanencia, cuándo llegó y por qué llegó. Ella también se encarga de que todas las especies que necesiten pareja la tengan y garantiza todas las condiciones para que la colección se mantenga en perfecto estado.
Para Paola Sierra, directora del Departamento de Educación del Zoológico, trabajar con Colecciones Vivas implica grandes responsabilidades:
Los jardines botánicos, los zoológicos y los acuarios manejamos colecciones vivas. Esto hace que como entidades museales tengamos mayor compromiso porque cuidamos seres vivos, por lo que debemos cumplir con unos estándares nacionales y tratamos de cumplir los internacionales para el bienestar de nuestra colección. Para nosotros lo principal es el bienestar animal. Como son seres vivos, hay compromisos éticos muy altos.
Para ellos, el manejo de un zoológico es distinto del de cualquier otra entidad museal; es un mundo lleno de retos, puesto que conservan y protegen patrimonio natural, seres vivos, especies que tienen conexiones culturales con los humanos y los cuales el zoológico debe preservar.
Otra de las labores que abandera el Zoológico es una batalla constante contra el tráfico de especies. Frecuentemente en la puerta de esta institución son abandonados monos, serpientes, morrocoyos, iguanas, loros y demás animales, la mayoría de las veces en muy malas condiciones. La institución les brinda la primera atención y llama a la autoridad ambiental para poder coordinar la forma de recibir o no ciertos animales, de acuerdo con sus indicaciones y con el plan de colección que tienen.
Adicionalmente, como parte de la concientización que el Zoológico trabaja con su público, en Tubará se lleva a cabo una campaña contra el tráfico de iguanas, con la colaboración de los jóvenes de la región.
Entre los retos a corto plazo está la implementación del portafolio educativo "Educación sin límites", que se lanzó recientemente. Por medio de esta propuesta pedagógica se busca que los niños y los jóvenes se conecten y tengan una experiencia inspiradora en el Zoológico a través del desarrollo de competencias científicas y ciudadanas. Se estima que en febrero de 2016 esta iniciativa se empiece a implementar en varios de los colegios de la Arenosa.
Otra de las iniciativas para mitad del 2016 es Finca Caribe, una reconceptualización de su ya tradicional granja, con la que se busca acercar al visitante aún más a la cultura colombiana. En las áreas rurales del país no hay granjas sino fincas, y por ello el zoológico de Barranquilla comenzará esta renovación museográfica para que las personas compartan con animales de campo y entiendan mejor la diferencia entre animales silvestres, animales domésticos y animales de campo, viviendo la experiencia de estar en una finca del Caribe.
A largo plazo, uno de sus principales retos es el traslado de la institución a otro espacio, debido a que la ciudad creció y el Zoológico se quedó pequeño tanto para la gran demanda de visitantes (300.000 al año) como por el creciente número de animales
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Así, el Zoológico de Barranquilla se sigue consolidando como el número uno en la región; como señala uno de sus directivos, "el secreto de su éxito es trabajar con pasión y amor, generando conexión con la vida todo el tiempo".
Para más información, ingrese a http://www.zoobaq.org/index.php
Fotografías Cortesía de la Fundación Botánica y Zoológica de Barranquilla.