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Nº68 - Marzo, 2018

Los museos, espacios para intercambio de experiencias y saberes

Equipo educativo del Museo de Bogotá: Marcela Tristancho, Ana María Sánchez, Johanna Galindo, Juan Sebastian Pinto, José Leonardo Cristancho y Catalina Hoyos.

Foto del Museo de Bogotá

¿Deben ser los museos de ciudad museos de la historia de la ciudad, o museos de las historias de personas que habitan la ciudad? ¿O deben ser los museos de ciudad escenarios ampliados para la problematización de la vida en la ciudad, es decir, para el reconocimiento de dificultades y de las maneras en las que como ciudadanos podemos ser agentes de cambio?

Estas han sido algunas de las preguntas que han orientado la tarea de constituirnos como un museo de ciudad orgánico, abierto al cambio, permeable, problematizador y dinámico como la ciudad misma. En este sentido, desde el Museo de Bogotá- MdB, hemos venido desarrollando diferentes estrategias que nos han permitido visualizarnos como entidad museal, susceptible de actuar a manera de centro de interpretación, pero también como generadora de experiencias. Así la idea de contenedor de exhibiciones y objetos se transforma para abrirse a otras dinámicas, entre las que se contemplan procesos como los laboratorios de investigación-creación Bosques de papel y Dibujo y barrio 1, o actividades en el espacio de la ciudad como las expediciones fotográficas y los recorridos. Todos ellos diseñados con el ánimo de promover conversaciones de ciudad en las que los participantes, tanto del equipo como externos, nos constituimos como pares, con saberes válidos y en ejercicio de ciudadanía.

Como museo de ciudad y en particular como equipo del área de educativa, nos interesa generar espacios de intercambio con los diferentes visitantes, públicos y comunidades con los que nos relacionamos 2. En así como en el proceso de consolidación de nuestras franjas de programación, nos hemos ido encontrando con personajes entrañables, del presente y del pasado (y esperamos que del futuro)3, y con experiencias potentes, que nos hablan de la ciudad y de cómo sus habitantes pueden potenciar, desde una visión de patrimonio vivo y en constante movimiento, procesos de puesta en valor y apropiación promovidos desde el MdB.

Entre nuestras franjas se cuentan: 1) Intercambios pedagógicos de ciudad, es una manera de divulgar y socializar proyectos llevados a cabo por docentes, artistas y gestores culturales, relacionados con la educación, la ciudad y el patrimonio cultural. 2), Érase una vez en el Museo, que invita a públicos familiares a compartir y disfrutar de historias y narraciones que suceden ensobre la ciudad, o que se relacionan con alguna de nuestrasexposiciones. 3) Charlas, conversatorios y, ciclos, en el marco de la cual hemos abordado temáticas como “La vida en Bogotá, entre lo cotidiano y los doméstico”, que promueven acercamientos tanto con la comunidad académica como con públicos desprevenidos que se interesen en las temáticas propuestas. Lo anterior nos reafirma en la idea de que la ciudad somos quienes la habitamos y quienes generamos procesos en torno a ella.

Por otra parte, en el proceso de renovación del MdB hemos ido articulando las distintas áreas del Museo, de manera que las diferentes historias, experiencias y vivencias de nuestros públicos se hagan tangibles en los espacios expositivos. Es el caso del zaguán del Museo, en el que como producto del acercamiento a diferentes grupos étnicos, los visitantes encontrarán los saludos y palabras de bienvenida de los distintos pueblos y comunidades que viven en Bogotá, así como de los turistas que nos visitan.

Teniendo en cuenta lo anterior, es importante precisar que nuestros esfuerzos apuntan principalmente a hacer tangible el eslogan del Museo: “La ciudad patrimonio de todos”, el cual además de ser punto de partida y de llegada, nos lleva a plantearnos un interrogante final: ¿un museo para la ciudad o la ciudad en el museo? Nuestro reto entonces, se orienta a cómo hacer tangible esas dualidades, que conecten el ámbito del museo con las realidades de cómo vivimos Bogotá quienes nacimos acá y los que llegan, bien sea de visita o para quedarse y adoptarla como propia.

1Liderados el primero por Gustavo Sanabria y el segundo por Catalina Hoyos y Norman Esteban Gil.
2En el marco del proceso de Museo Renovado, que busca consolidar al Museo de Bogotá como museo de ciudad, en el cual los visitantes pondrán en diálogo sus saberes, experiencias e ideas de ciudad, con las narraciones que presenta el Museo alrededor de temas como las características sociodemográficas del territorio, el agua en Bogotá, personajes, oficios y vida cotidiana, entre otros.>
3Entre estos personajes tenemos a “Antoñín”, ligado al tranvía que surcó la ciudad hace muchos años, o “Chacón”, con quien vivimos de primera mano cómo las comunidades se relacionan con su entorno. También Hernán Anacona, quien además de desempeñarse como vigilante se ha constituido en el custodio y promotor del proyecto de huerto jardín del museo.